BISUTERÍA MENSTRUAL

  Me hace mucha gracia el concepto de Toallita Íntima y su diferencia con el resto de toallitas. Yo me he limpiado el culo con las íntimas y las genéricas y, oye, más o menos igual.

  Al parecer son todo terreno. Te sirven para los días de regla, en las relaciones sexuales, cuando haces deporte o simplemente para cuando estás a 50° a la sombra y tienes el coño más sudao que tras 3 horas de spinning.

  Y es que con sólo olerlas ya sabes que para el culo no son, que son... para otra cosa. Eso sí, las hacen gruesas, reduciendo el tacto; porque aunque sean de uso diario, no las vayas a coger el gusto, que sería como escurrirse la cola más de tres veces después de mear.

  Pero no sólo el olor de las toallitas íntimas invita a pensar en lo absurdo del asunto. El paradigma del esperpento íntimo no son otros que los tampones con olor. ¿Los habéis olido? Yo sí y ese olor floral sólo es comparable al olor de tienda de "todo a cien". Es un olor que lo que menos te da es confianza. Aunque supongo, que como me sucede a mi con los "todo a cien", la experiencia de entrar es tan agradable que debe dar igual el olor. ¡Pues no! Infinidad de veces habrán sonreído mis oídos al oír aquello de: "A ver si te vas a creer tú que meterte un tampón...". Y desde luego nunca he tenido conocimiento de un Simposio de Ginecólogos en el que se hable de los avances en la ergonomía de su profesión gracias al efecto ambientador de los tampones con olor.

  Dentro del mundo de la bisutería menstrual existen dos especies que, al igual que camellos y dromedarios, hay que saber distinguir. Compresas y slavaslips. ¿Habéis tocado alguna vez el sobre de una compresa? Yo sí. ¡Qué deleite (como diría una gallega en un bukkake) de textura! Yo no quiero que me entierren, pero de hacerlo; por favor, que mi ataúd esté tapizado en sobre de compresa. ¡Pero qué suavidad! Tocarlo es una sensación cuasiorgásmica. Pero ay de los pobres salvaslips... ¿nadie piensa en los salvaslips? Todos ahí en la misma cajita, sin envoltorio... Yo un día compraré uno solo y pediré: "Me lo envuelves para regalo" y ese salvaslip será feliz. Que cuando la caja está nueva, todos están limpitos; pero para cuando llegas al último, con 71 salvaslips gastados antes que ese, ese salvaslip tiene más polvo que los que has echado tú en el tiempo que has tardado en gastar la caja. Normal que hagan toallitas íntimas, los salvaslips son un criadero de mierda.

  Como podéis percibir por mi entusiasmo al hablar de estas cosas, los anuncios de bisutería menstrual me chiflan, me hacen disfrutar como un enano. Esa Patricia Conde en minifalda patinando (¡ay omá qué rica!) o poniéndose el tampón en 2 segundos, que se lo habrá puesto atravesado, pero ella sonríe, porque es un jodido colorido anuncio de tampones. O aquel del "I like it when you move around your disco dance floor", ese era sensacional, la gente debía pensar que Evax era por Eva Nasarre...

  Con alas, con faldita, con cordón trenzado, con aplicador tacto perla, sin él, con olor, con sabor... La bisutería menstrual es variada, sí, pero no deja de ser mera bisutería. La joya de la corona es... ¡¡¡LA COPA MENSTRUAL!!! Regio artilugio para nada anodino, ni por insignificancia ni por analgesia, es la sátira del buen gusto. Más abajo podéis ver el vídeo, pero como resumen hay que saber que es una copa de silicona que se coloca en la vagina y recoge la sangre de la regla hasta durante 12 horas y... sorpresa: ¡es reutilizable! Sólo tienes que salir del retrete público con las bragas por los tobillos y el culete al aire, darle un agüita en la lavabo y para dentro otra vez. TACHAAAAAAN. Cuando acabes con tus días de regla, lo metes al lavavajillas y lista para el siguiente mes. ¡SI ES QUE ES UNA MARAVILLA!

  Yo Guardián de Compresas y Tampones de amigas y compañeras en los patios de recreo, Diplomado en Menstrualidad por la Escuela de la Vida y único Miembro masculino de Honor del Selecto Club de las Maris puedo decir sin temblor en la voz ni miedo a ser tachado de ignorante que no es otra cosa más que Ciencia todo lo que envuelve este mundo, especialmente lo que envuelve las compresas. Y por eso concluyo que la Ciencia es suave.

Sapientia sola via est.